jueves, 7 de marzo de 2013

Mi Historia es Solo Una Historia Más


¿No se por qué?
Me retire justo después de darle un último trago a mi vaso de whisky, estaba aguado porque el hile estaba prácticamente derretido y  tenía mal sabor, pero estaba lo suficientemente ebrio como para soportarlo. Cuando me puse de pie todos me lanzaron una mirada de reproche, mi mejor amigo Gale me dijo que me quedara, pero negué con la cabeza. Me había dado sueño y honestamente, creo que había llegado a mi limite, ese límite que me moría por superar, pero nunca lo había logrado, tampoco me lo propuse, y creo que nunca lo hare.
Deje a esas cuatro personas en la casa de mi amigo Sergio, envueltos en humo de cigarrillo y bebiendo alrededor de la mesita de té, de su living.
Era julio en la ciudad de Santa Helena, y esa noche hacia frio, tome mi abrigo y me di vuelta para un saludo rápido con la mano. Los ojos de mi amigo Gale seguían reprochándome, pero tuve que dar media vuelta con mi cara inexpresiva e irme, no podía creer que después de tanto tiempo, Gale no se haya dado cuenta del efecto que causa su mirada en mí.
Logre conseguir un taxi rápidamente, y en el viaje de veinticuatro cuadras a mi casa empecé a recordar el día que lo conocí a Gale, fue el día que algo cambio.
No sé si seré gay, la verdad es que me importa muy poco, el amor es el amor y punto, aunque ahora todo lo que creo sobre el amor, es que no es para mí. No señor, no tengo tiempo para esas tonterías, ya estoy grande, tengo 25 años y hace rato que perdí interés en ello. Pero hubo un tiempo en donde todo era puro, y en donde todo valía. Fueron mis dos últimos años de secundaria, cuando rompí con mi novia, y perdí el interés en la gente hasta que apareció él, Gale.
Era mayo cuando el entro al curso, se nos había avisado de la llegada de un nuevo estudiante, y las chicas estaban un poco “intrigadas” por como seria. Bueno, intrigadas es un decir, obviamente otra palabra sería la más correcta. En fin, yo estaba entrando a la escuela un jueves, estaba muerto de sueño así que mi caminar era un simple reflejo infundado en la obligación de tener que ir a la escuela. Entre al aula y salude en voz alta a lo que nadie respondió, me pareció raro pero me dio igual, así que seguí caminando hasta mi banco y me senté.  Me saque los guantes y tome un libro de mi mochila, una novela que hacía mucho quería terminar de leer, pero por una cosa u otra, nunca terminaba. Los que me conocían sabia como era, un chico raro, fan de los animes, los videojuegos, y las novelas de género fantástico.
-Ee Dante- Me dijo mi amigo Sergio que se sentaba detrás de mí.
-¿Qué pasa?- le dije yo, desganado de entablar conversación a las siete treinta de la mañana.
-Pasaste por al lado del nuevo mientras se estaba presentando, cortaste su discurso a la mitad.
-¿E?-dije sin mucha emoción-No lo vi- decidí no prestar mucha atención al asunto y leer mi libro.
-No seas pendejo, el pobre chico debe estar muerto de vergüenza, no conoce a nadie.-me reprocho mi amigo
-Ya se hará amigos, todos fuimos nuevos alguna vez.
Mientras leía podía escuchar los comentarios por debajo que hacían mis compañeras, al parecer era un joven apuesto de una altura promedio, con cabello rizado, y una sonrisa “sexy” según palabra de mis compañeras.
Escuche que unos pasos se dirigían a hacia donde estaba yo y luego recordé…
-¿No me digas que…?-le dije a Sergio
-Sos el único que está solo, así que sí.- respondió él
Los bancos eran dobles, y yo era el único que se sentaba solo, así que ya podrán imaginarse que paso. En pocos segundos tenía una mano extendida hacia mí.
-Hola soy Gale, creo que no me viste recién cuando entraste- su voz sonó como si estuviera hablando debajo de una bufanda, yo no tenía interés en verle pero tuve que hacerlo, después de todo yo era malhumorado, no grosero. Bueno, solo digamos que en ese tiempo era la combinación perfecta de ambos.
-Dante, un placer ¿podrías sentarte? Estoy leyendo y tapas la luz.- está bien, si era algo grosero,
-Lo lamento, es la maldición de ser alto.
-Sos un par de centímetros más alto que yo.- dije, dando por entendido el comprendería que no es realmente alto.
-Entonces vos también sos alto, felicitaciones.- dijo en tono gracioso.
-No.-me limite a decir.
El finalmente se sentó, la verdad es que no lo había visto  bien, además el tenía la cara cubierta casi en su totalidad por su bufanda, no supe como mis amigas habían sacado todos esos rasgos con su rostro cubierto.
-¿Qué tenemos en el primer módulo?- me pregunto.
-Economía.
-¿Me prestas tu libro? Es que se me olvido el mío.
-¿Sos flojo o qué? Entraste en confianza rápido-. Dije yo mirándolo de lado, y ahí fue cuando lo vi bien por primera vez.
Nunca voy a saber porque me pareció tan hermoso, era la combinación perfecta de adulto y niño,  su piel blanca parecía tan suave como la porcelana, sus ojos eran tan cálidos y amables, y sus labios, simplemente no podía dejar de mirarlos. Gracias a dios en ese momento mi mente y mi mal carácter me salvaron.
-¿Por qué sonríes tanto?- le pregunte levantando una ceja.
- ¿Qué tiene de malo? ¿Por qué estás tan serio?- me respondió el.
-Bueno eso es porque es jueves, y son las ocho de la mañana y bueno tengo sueño y…- hice una pausa y luego me sentí un tonto.-no se responde a las preguntas con otra pregunta.
-No lo hice.
-Sí, me acabas de responder con una pregunta.
-No, no lo hice con una, lo hice con dos.- dijo sonriendo y nuevamente me quede tonto sin saber porque.
Cuando volví a ser yo, me enfade.
-Toma.- le dije dándole el libro y volviendo a mi lectura,  tratando de alejar mi vista de él.
-¿Qué lees?- dijo acercándose a mí de tal modo que una parte de mi rostro quedo tocando su bufanda.
Para mi sorpresa tenía un perfume precioso, no sé porque pero me encanto. Lo aleje de mí y no le respondí, ese chico hacía estragos con mi cabeza, no sabía porque, y eso me enfadaba mucho.
Cuando por fin terminaron las clases, después de la escuela nos quedamos en un bar en el que el dueño era amigo de Sergio, y el único lugar en donde nos dejaban beber una cerveza siendo menores. Gale había venido con nosotros, y ya había entrado en confianza con todos, para mi sorpresa me encontré hablando con el normalmente antes de lo que imaginaba.
Él no era de Argentina en realidad, vivía en Canadá, su mamá era argentina y su papá canadiense, ambos se conocieron en una convención de editores de revistas famosas. Luego de su casamiento se fueron a vivir a Canadá, pero hace poco a ambos los contrataron en una editorial muy famosa en Argentina y decidieron venirse a vivir a este país, algo raro. Cualquier pensaría que estarían mucho mejor en Canadá, pero tal vez su venida a Argentina tenía un motivo oculto menos importante, como la necesidad de su madre de volver a su tierra o algo así.
-¿No extrañas a tus amigos?- le pregunto Fabio.
-No sé, todavía no paso mucho tiempo desde que vine, puede que más adelante los extrañe si, pero supongo que cada tanto puedo volar a verlos.
Volar a Canadá cuando se me viniera en ganas, era algo que yo no me podía permitir, por lo que el hecho de q hablara así, me hizo gracia, este extranjero niño rico era “especial” por así decirlo, por lo menos para mí.
-¿Tenias a tu chica en Canadá?-le pregunto Santiago.
-¿Mi chica? ¿A qué se refieren?- pregunto Gale. Él hablaba perfectamente el idioma, pero había expresiones que escapaban a su comprensión lo cual era completamente normal.
-Se refiere a tu novia Canadiense- le dijo Lautaro.
La pregunta me molesto un poco, y no quería saber la respuesta, pero por alguna razón me sentí bien cuando escuche que su respuesta fue negativa, él no tenía novia.
Tomamos un par de cervezas y volvimos cada uno a casa, yo no vivía muy lejos de donde estábamos así que volví caminando lo cual fue… un poco incomodo
-¿Por qué me seguís?- pregunte yo.
-No te estoy siguiendo, mi casa es en la misma dirección.
-Capaz que te confundís a ver decime ¿en qué calle vivís?
-La Prida 1680- respondió el con su peculiar forma de pronunciar las erres.
Me fastidie, eso era en la esquina de mi casa, y cuando lo pensé, en la esquina había una hermosa casa antigua que estaban remodelando hace rato, supuse que debía de ser esa.
Llegamos finalmente a destino y nos despedimos con un apretón de manos.
-Estate listo a las diez- me grito mientras se iba.
No entendí que me quiso decir pero tampoco me intereso, entre a mi casa, una casa de familia de clase media alta, mi padre era contador, y mi madre era escritora, vivíamos bien, no nos quejábamos, no siempre nos podíamos dar con todos los gustos, pero la vida era buena.
Salude a mi madre, ya que mi papa no estaba en casa. Ella estaba preparando la cena y me lanzo una mirada furibunda.
-Querido hijo mío-dijo de forma chistosa aunque luego su voz se tornó agresiva-¿podrías decirme a donde es que habías estado vagando?
-Lo siento ma- le dije sonriéndole- ya sabes cómo son las bibliotecas tardan un montón en…-no me dejo terminar de mentirle.
-Dante anda a bañarte hoy tenemos invitados.
No me sorprendió la noticia siempre viene gente de alguna editorial a hablar con mi madre o a cenar, y hablan de temas de trabajo, de sus libros y cosas así.
Deje mis cosas en el cuarto y me fui directamente al baño, estuve un buen rato bajo la dicha, pensando en el día de hoy, y me encontraba a  cada rato recordando el rostro del nuevo. En ese momento fruncí el ceño, no entendía porque lo recodaba a cada rato, y ahora que lo pensaba, esa frase, esa acción fue una constante en el día de hoy.
No entender.
No darme cuenta.
Algo se me está escapando.
Creo que debí pasar casi una hora en la ducha, cuando Salí podía escuchar en el comedor a mi madre hablando con lo que supuse que era un matrimonio.
Me seque tranquilamente con una toalla y luego me mire en el espejo.
¿Por qué ver a otro desnudo nos resulta vergonzoso o raro y no pasa nada cuando nos vemos a nosotros mismos?
Creo que era por el sentido de pertenencia. Nosotros nos pertenecemos y podeos hacer con nuestro cuerpo lo que queramos, pero lo ajeno a nosotros escapa de nuestro control y al ser algo aparte de nosotros pero que a su vez comparte cualidades que nos asemejan es normal que resulte ser vergonzoso. Digo a quien le gusta que lo miren desnudo, a nadie, y supongo que cuando ves a alguien desnudo sin su permiso es incómodo para ambas partes. Aunque siempre el desnudo es el que pierde.
Me observe en el espejo, mi cuerpo se mantuvo igual desde que deje de crecer de alto. No tenía la  musculatura de Santiago, mi amigo futbolista pero el vóley me había dado un cuerpo bien definido al menos. No tenía un solo bello en mi cuerpo, solo un poco en las piernas en la cara y bueno…ahí abajo.
Me ate la toalla a la cintura y enfile para mi pieza, cuando entre realmente creo que mi mente pensó por un instante que si hubiera resbalado con el jabón y me hubiera desnucado ahora estaría más feliz.
-¿-¿Qu-¿Qué haces en mi pieza?- le pregunte furioso a Gale que estaba tirado en mi cama leyendo uno de mis mangas.
-Hola- dijo como si nada estuviera pasando. Creo q ignoraba el hecho de q yo estaba parado frente a él semidesnudo.
-¿Por qué estas acá?
-Somos tus visitas, mi mamá vino a preguntarle un par de cosas a tu mamá cuando la vio barriendo la vereda hoy a la tarde, y bueno hablando y hablando, se hicieron amigas. A demás, tu mamá es escritora y mi mamá es editora ¿No es genial?- dijo incorporándose y sonriendo. Dios mío esa sonrisa, maldita sonrisa.
-Si genial pero…pero- me fastidie- ¡Gale sal de mi cuarto me tengo q cambiar!
-Cierto, me llevo este manga para leer mientras te espero en tu living, me sentare en tu sillón grande, parece como.
Hablaba de las cosas de la casa como si fueran mías, pero las usaba como si fueran suyas
Cuando por fin me cambie y me seque el pelo como pude, salí de mi pieza y fui a la sala de estar del segundo piso.
-¿vamos a abajo?- le dije a Gale que estaba cómodamente tirado en el sillón cama.
Afirmo con la cabeza me devolvió el manga y nos fuimos directo al comedor. Ahí sentados alrededor de la mesa estaban los padres de Gale y mi madre; el papá de Gale era un hombre de unos cuarenta y siete años, un poco arrugado, de mirada amable con ojos verdes. Su cabello se estaba poniendo un poco canoso, pero a pesar de sus arrugas y sus canas tenía un aire de juventud. Su madre era una mujer muy bonita, tenía rulos como Gale y al verla supe de quien era la sonrisa del muchacho, sus ojos eran marrones y su cara tenia rasgos muy finos y delicados. Me presente ante ambos y los salude como corresponde, me senté a la mesa  pero algo me sorprendió, solo había dos platos.
-Mama…-dije pidiendo una explicación.
-Bueno Dante, nosotros tres salimos a cenar, yo hice la cena para vos y Gale, así se conocen más, ya que ahora son amigos de secundaria.
Mierda, pensé.
Ya me parecía que a pesar de ser una cena en un hogar, estaban muy elegantes los tres, pero bueno, no esperaba que la vida y el destino me odiaran tanto como para hacerme pasar toda la escuela, toda la tarde y ahora casi toda la noche, con un chico que por alguna razón QUE NO COMPRENDIA…ME ESTABA VOLANDO LA CABEZA
Creo que una vena de mi cuello estuvo a punto de explotar a al menos eso creí, y lo desee, tal vez así me salvaría de todo esto.
Ellos nos dejaron solos y nosotros empezamos a comer, mi mama había hecho un pollo al horno con papas muy rico como solo ella sabe hacerlo.
-Esto esta genial, ¿Puedo venir a comer a tu casa todos los días?- pregunto Gale.
-No- respondí muy cortante.
-¿Puedo llevarme alguno de tus libros para leer?
-No.
-¿Puedo llevarme algunos juegos de tu computadora?  Es que quiero ver que juegan acá.
-No.
-¿Dante te desagrado?
-¡Claro que no!- respondí tan rápidamente y tan seguro que tuve que hacer una pausa para ver si lo que había dicho fue real, o solo lo pensé. Me quede mirando a la mesa, y después lo mire a él. Solo sonreía  me miraba a mí y luego miro la tv.
-Sus programas son extraños.- dijo.
-Lo que ves es basura, el mundo de la farándula es una porquería a demás….- una vez más, hacía uso de las cosas de la casa como si fueran de él, haciendo zapping con el control remoto.
Esta vez me dio gracia y me reí, pero él no lo noto, no sé porque pero me hubiera gustado que el viera que yo sonreía a causa de él.
Ahí fue cuando caí en la cuenta, de que me pasaba con Gale, creí que esa noche termine de enamorarme de él.
Obviamente nunca se lo dije, sigo sin decírselo y no creo hacerlo nunca pero bueno. Yo podía compartir el banco de secundaria con él y eso me alegraba mucho, dicen que los privilegios de la amistad es poder estar al lado de la persona que amas sin correr riesgos. Eso es mentira, puedes estar al lado de la persona que amas sin esfuerzos, pero corres un riesgo terrible, el riesgo de que te rompan el corazón.
Al año siguiente Gale ya  no se sentaba conmigo, había arrancado a jugar al futbol con Santiago y se llevaban muy bien. Seguíamos siendo vecinos y nuestra amistad siguió siendo buena, pero yo extrañaba tenerlo al lado, sentir su perfume, su forma de hablar y sus tonterías. En fin, creo que cuando se fue con Santiago sentí un poco de celos y dolor, pero sabía que así iba a ser. Cuando un amor no es correspondido siempre hay dolor, aunque por lo menos, lo disimulaba bien, escapaba en los momentos justos ya que sabía bien cuales eran mis límites. A pesar de fingir muy bien y ocultar mis emociones como nadie, solo eso era, una farsa.
A demás era algo a lo que debía acostumbrarme, Gale era hermoso, y muy popular con las mujeres. Así es, debía acostumbrarme, pero hasta el día de hoy no lo logré y pienso; la vida pone amores en tu camino, la mente cuestiona las razones por las que amas, y la sociedad pone barreras al amor. Pero lo último no me afectaba, para que la sociedad pusiera barreras a el amor que sentía por Gale, eso suponía que yo tuviera que confesarlo y el aceptarme, pero el miedo al rechazo y a perderlo para siempre me impedía hacerlo y me hacía conformarme con poco, por eso supe que la sociedad no estaba limitándome nada, era yo mismo…soy yo mismo.
Pague el taxi y entre a mi edificio, la verdad es que tengo mi propio auto, pero no quería conducir esa noche, no por el alcohol a demás no se me antojaba.
Entre a mi departamento, estaba tan acomodado…y pensar que años atrás, cuando fui estudiante de medicina era tan desorganizado y me costaba administrar mi tiempo. Me acerque a mi escritorio y tome un portarretratos que tenía una foto del viaje de egresados, hay amigos que no volví a ver pero otro sí. Bueno, dicen que los verdaderos amigos son los que te siguen acompañando cuando sales del secundario, supongo que tiene su grado de verdad.
Me pase por el rostro de una chica muy bonita, cabello castaño, corto y lacio, sus ojos eran marrones y era de baja estatura. Una amiga que sigo viendo hasta el día de hoy, Sabrina.
Cuando veo su rostro me remonto mis recuerdos se remontan inmediatamente a un invierno cuando yo estaba en sexto año de secundaria, estábamos en nuestras vacaciones y…
-¿Sabrina? ¿Qué tiene Sabrina?- le pregunte a Gale.
-Estamos saliendo hace cuatro meses ya, solo quería contarte.- me dijo mientras tomábamos una cerveza en el quincho de su casa y el resto de los muchachos jugaban al pool.
¿Qué son estos sentimientos?
Dolor.
Amargura.
¿Por qué me invaden en este momento?
Tristeza.
Frustración.
Impotencia.
-Ah…mira, no me lo esperaba, como vamos al mismo curso, y hoy en día no se acostumbra a andar con chicas del mismo curso, bueno es un poco raro.
-Sí, puede ser.
-¿La queres?- le pregunte.
-Sí, me gusta mucho, pero tengo miedo.- respondió el apretando con fuerza su vaso.
-¿Por qué?
-No sé, la noto totalmente en otra, capaz que yo no le gusto, siento que me boludea.
-No creo, Sabrina es un poco distraída y vuela todo el tiempo, ya se van a formar una buena relación.- dije para alentarlo mientras por dentro  me estaba hundiendo.
Esa noche después del quincho de Gale fuimos al boliche, obviamente el volvió del boliche con Sabrina y mis amigos se perdieron por ahí, así que yo volví solo a mi casa.

Continuara...

Bueno esa fue mi primera entrada.
Les cuento un poco de mi--->como ven soy Oda, tengo 18 años...etc

Jajaja no les puedo decir mas. Espero me den una cálida bienvenida al mundo de los blogss. Yo voy a estar feliz de conocer a la gente que aparezca  apoyar sus blogss, visitarlos cuando pueda (soy estudiante universitario y por ahi se complica) y si alguien pasa por aca y no tiene blog, no hay problema es bienvenido también  No les digo mas sobre mi porque no se me ocurre que contarles.
En fin, cualquier cosa que quieran saber, dejan un comen y yo respondo.
Por cierto me gusta mucho el anime, como ven ahi abajo. Me gustan todos los géneros pero el Yaoi es :') no se. En fin.
Es un placer entrar a este mundo.
Hasta la próxima